Virginia Moriel, portavoz de Compromís y Acord per Guanyar, y Manuel Penalva, portavoz del PSOE de Crevillent
Virginia Moriel, portavoz de Compromís y Acord per Guanyar, y Manuel Penalva, portavoz del PSOE de Crevillent
  • Acord per Guanyar y PSOE exigen a la alcaldesa y a los concejales del Gobierno de PP-VOX que defiendan los intereses de los crevillentinos y crevillentinas y no los de la empresa Ribera Salud
  • El Departamento de Salud Elx/Elche-Crevillent es el único de toda la Comunidad Valenciana que queda privatizado y de no ser revertido se prevé que problemas como la alta rotación y la grave carencia de personal empeoren todavía más con un aumento de la fuga de profesionales

Los grupos municipales Acord per Guanyar (Compromís, l’Esquerra y Esquerra Unida) y PSPV-PSOE defenderán en el Pleno ordinario de abril de mañana martes, 30 de abril, una moción para exigir la reversión a la gestión pública del Departamento de Salud de Elche-Crevillent; una decisión que está en manos del Gobierno de PP y Vox en la Generalitat Valenciana y que se tiene que tomar antes del próximo 31 de mayo.

«Las crevillentinas y crevillentinos no merecemos ser pacientes de segunda ni que se haga negocio de nuestra salud, queremos una Sanidad 100% pública, igual que tienen el resto de personas de valencianas y valencianos. Estamos sufriendo graves problemas en el Centro de Salud de Crevillent y en el Hospital del Vinalopó como consecuencia de la gestión privada y se prevé que la rotación y la falta de personal empeorará si el PP y Vox no deciden la reversión antes del 31 de mayo puesto que seremos el único departamento privatizado de todo el País Valencià y muchos profesionales se marcharán a los centros 100% públicos porque tienen mejores condiciones laborales», afirma Virginia Moriel Bueno, portavoz de Acord per Guanyar.

Por su parte, Manuel Penalva Alarcón, portavoz del Grupo Municipal Socialista, señala que en el pleno de mañana el Gobierno de Lourdes Aznar tendrá que retratarse y situarse bien junto a la ciudadanía o junto a la empresa privada que gestiona el área de salud. «Es un momento crucial que requiere que PP y Vox apoyen a esta moción para pedirle al presidente Mazón y a sus compañeros de partido de la Generalitat que hagan efectiva la reversión. No tiene sentido que el Consell haya asumido la gestión pública de los hospitales de Manises, Dénia, Alzira y Torrevieja y ahora quieran dejar en manos privadas el Hospital del Vinalopó y los centros sanitarios que atienden a pacientes de Crevillent, Elche, Aspe, Hondón de las Nieves y los Frailes. Nos quedaríamos como una isla, con una sanidad distinta al resto de valencianos y valencianas», añade.

Motivaciones para pedir la reversión a la gestión pública

La ratio de pacientes por médico de cabecera en el Departamento Elche/Elche-Crevillent es un 43% más elevada que en los departamentos cien por cien públicos. En este sentido, un tercio de la población crevillentina estuvo sin médico asignado durante varios meses del 2023 y hay grandes esperas para ser atendido en las especialidades y en Atención Primaria, donde se superan los 15 días en muchos casos y se llega incluso a superar el mes.

Debido la presión que sufren y que las condiciones laborales son más precarias, la fuga de profesionales y las enormes rotaciones son una constante en este departamento. Según CC.OO., en tan solo dos años, un tercio de la plantilla de facultativos tuvo que renovarse, perjudicando así la necesaria longitudinalidad de la atención médica. Servicios como la UCI, perdieron 14 trabajadores en tan solo un año y medio.

La falta de personal conlleva una sobrecarga de trabajo para las plantillas, que pone en peligro la calidad asistencial. Hay áreas gravemente afectadas como Pediatría. En el Vinalopó solo hay 5 pediatras mientras que el Hospital General Universitario de Elche tiene 15 para atender una población de 1.500 niños y niñas menos. Otros ejemplos son Reumatología, Dermatología y Psiquiatría, donde falta más del 50% de la plantilla.

Además se suman otros inconvenientes como el sistema informático propio, incompatible con el de la Consellería, que impide compartir datos clínicos entre departamentos y los datos administrativos de la concesión; la falta de transparencia y la dificultad de la supervisión de la actividad de la empresa; la ausencia de instrumentos sancionadores o la interferencia con la necesaria planificación y coordinación entre los departamentos.